jueves, 16 de agosto de 2007

“Una tortilla de moléculas....marchando....”

Hace unos días estuve viendo la nueva película de Disney-Pixar “Ratatouille”, portento de técnicas de animación, con una buena historia y un innovador Mini-Chef que rediseña las recetas, un simpático Ferran Adriá que me dió que pensar.

Y como soy muy curioso ( y espero que no me pase lo que al gato ), me puse a buscar enlaces sobre este famoso Chef. Descubrí nuevas definiciones en el mundo de la cocina desconocidas para mí, hasta que me crucé con el concepto de Gastronomía Molecular que me llamó mucho la atención.

Aunque ya conocía las maravillas que de Adriá se cuentan, no tenía ni idea de lo extendida que está esta modalidad de la cocina que abandera en España y más aún lo interesante que resulta tanto para los sibaritas del buen yantar como para los ratones ( va de roedores la entrada ) de biblioteca y de laboratorio que se quieran aventurar.

Resulta que el comienzo de todo el tinglado se lo debemos a un Físico-Químico Francés Hervé This que en el año 1988 en colaboración con el físico británico Nicholas Kurti, acuña la definición de "gastronomía molecular" que abarca las transformaciones moleculares que se dan en la cocina así como el estudio de la física y la química de este mundo.

Desvelan de este modo “misterios” como, ¿porqué se corta la mayonesa? ( y la solución con la salsa Kientzheim a base de mantequilla en vez de huevo), o ¿cómo cocinar un huevo duro perfecto? apareciendo novedades como el “Huevo Hervé This”( maleable como la arcilla ).

Este hombre es ante todo científico y afirma que “La Gastronomía Molecular es una disciplina científica, no una técnica: el propósito es conocer. Ese es el punto: el conocimiento, el punto más importante.”

Es interesantísima a mi parecer la interacción de la ciencia en todos los ámbitos de la vida cotidiana y me parece increíble que estas técnicas sean tan jóvenes teniendo en cuenta que tenemos la necesidad de alimentarnos desde el origen de nuestra especie. Vale que hacer una mousse de Mamut no debía de ser tarea fácil, pero se ha avanzado muchísimo más en otros campos que no han estado tan a mano como un puchero.

Opino que la cocina es uno de esos casos en los que sigue vigente la aceptación de que lo tradicional está bien y punto, el miedo a la experimentación es cortante y me alegra de verás que la innovación haya llegado por fín a los fogones.

Ya sólo hace falta que sea asequible a cualquiera y que además nos atrevamos a ello....me va a encantar la cara de mi novia cuando entre en la cocina y me pille mezclando los huevos batidos con el nitrógeno líquido.

Que aproveche.

Fuentes:

http://www.comunidadsmart.es/entrevistas_detalle.php?id=283

http://sumitoestevez.blogspot.com/2005/05/la-carta-de-herve-this.html

http://www.directoalpaladar.com/2007/08/03-como-hacer-un-huevo-duro-perfecto

http://www.directoalpaladar.com/2005/08/23-lo-que-einstein-le-conto-a-su-cocinero

http://weblogs.larazon.com.ar/gourmet/archives/2007/08/transformaciones.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente interesante.
A ver si te invitas a unos Escalopines estilo Einstein acompañados de patatas Newton bañados con salsa Max Planck...
Por cierto, ¿Que es lo que viste, Ratatui o Érase una vez el "cocinillas"?