Siempre nos quejamos de que no se escuchan más que malas noticias, que parece que estemos perdiendo el norte y que todo se va al carajo, pero no nos paramos a pensar que parte de culpa la tenemos nosotros mismos que no sabemos apreciar y difundir los buenos ejemplos que tenemos a mano. Nos fijamos más en las cosas malas y damos por obvias las correctas, privándoles del valor que realmente tienen.
Personalmente me alegra haber tenido un referente que me ha enseñado esos valores que tanto me gustaría se expandieran por el mundo con la mitad de velocidad con la que lo hacen las malas noticias. Por ello este post está dedicado a mis padres y como este fin de semana es el día de su cumpleaños, a mi padre en concreto. De ellos he aprendido las cosas más sencillas y posiblemente las que más me han ayudado en la vida: Aprendí a saludar a todo el mundo aunque no les conociera, consiguiendo que la primera reacción de un desconocido fuera una sonrisa y una muestra de cortesía. A pedir por favor y dar las gracias, porque hacen más agradables las acciones más simples y cotidianas. A sonreír y hacer que sonrían a mi alrededor, las sonrisas iluminan más que las bombillas y cuestan menos que la electricidad. A ofrecer lo que se tiene por el simple placer de ser generoso, sin exigir que se devuelva. A acometer el trabajo con alegría y el valor del esfuerzo recompensado. A no dejarme pisar por nadie, pero sin pisar a nadie en mi camino. A pararme y darme la vuelta cuando tenía miedo de lo que me perseguía. A disfrutar de la naturaleza. A que los hombres no lloran, pero las personas sí, y es preferible ser lo segundo sin distinción de sexo. Que es mejor confiar en alguien y que te decepcione a no confiar jamás. Que la violencia nunca arregló nada. El valor de la verdad. A respetar antes de exigir respeto. Y sobre todo a querer sin condiciones. Puede parecer que son obviedades, pero os aseguro que intentaré que mis hijos aprendan todas esas cosas y a su vez se las enseñen a sus hijos. No me queda más, que agradecer a mis padres que me hayan educado y me hayan inculcado unos valores que me hacen dormir cada día sintiendo, que un mundo mejor puede existir si cada uno ponemos un poco de nuestra parte. Muchas gracias. Mi primer amigo: Os hablaré del aliento digno de mi amor sincero estatua en cálido acero paraguas de mi tormento. Cuando no era todo risa me ayudaba incluso en sueños éramos niños pequeños jugando siempre sin prisa. Innata en él la alegría, nunca dio la espalda al miedo. Le vi contar con los dedos astros en mi fantasía. Bajó las nubes del cielo, robó a la luna su brillo, usó cárcel para grillos, jaula sin puerta ni hierro. Incluso me hizo entender las vueltas que da la vida avisándome sin ira de lo que no hay que creer. En las tardes de torneo, cuando a las damas perdía, sabía que te quería, tanto como ahora te quiero Y cada noche al dormir, trato de evocar su imagen nunca olvidaré el viaje cuando me enseñó a vivir Me honra tener tanta suerte, ojala pudiese amigo, vencer cada día a la muerte y tenerte siempre conmigo. Felicidades Padre.
sábado, 26 de abril de 2008
La buena educación.
Etiquetas: General, reflexiones
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9 comentarios:
Felicidades a ambos, a tu padre por cumplir años y tenerete y a ti por tenerle y hacerle pasar un feliz cumpleaños.
Creo que no se me olvidará el momento de ver a unos padres leyendo este post con su hijo, fue uno de los momentos más maravillosos que he observado en la vida, gracias a tu padre por emocionarse con cada palabra y a tí por hacerme partícipe de ese sentimiento, gracias por demostrar que todavía se pueden sentir cosas tan sinceras como el amor.
cristina
ChT sin duda afortunados somos.
Cris, tú fuiste parte del momento y no lo imagino sin tí a mi lado.
Muchas gracias a los dos.
Yo también os deseo muchas felicidades a los dos, aunque no conozca a tu padre, jeje
Yo también me uno a la lista de los afortunados al en tenerte cerca, día a día en el curro.
Felicidades por tu último post.
Tali.
Gracias Tali.
También es un placer para mí currar contigo.
Un abrazo.
Carlo eres muy grande , un abrazo sebitass
Gracias Sebas compañero.
...Sabias palabras... Yo aprendí todo eso de mis padres, de lo cual me siento muy orgullosa y tu lo has plasmado en palabras de una forma maravillosa.
Desafortunadamente mi padre ya no está aquí, pero se que está muy orgulloso.
Gracias por escribir tan bonito.
Gracias a tí Gema por leerlo y por ser partícipe de ese sentimiento.
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